sábado, 31 de octubre de 2009

Pasen y vean

¡Ladys and gentlemen!, ¡señoras y señores!, ¡niñas y niños! Acomódense, el espectáculo va a comenzar.
Hace unos meses Xabi Del Val escribió un post sobre la influencia de la TV en el formato de las carreras de esquí de fondo titulado Mass start vs Individual. En aquél artículo y los posteriores comentarios, se planteaban (algunos se lamentaban de) los posibles perjuicios que, en beneficio del espectáculo, podrían acarrear para una lucha justa las modificaciones realizadas en los últimos años.
Xabi hacía referencia, y creo que se identificaba con él hasta cierto punto, a unas declaraciones de Franco Nones. El veterano excampeón transalpino, al que, por cierto, los Irizar han tenido oportunidad de conocer este verano, se quejaba amargamente de la pérdida de la esencia de las carreras agónicas, contra los elementos y contra las propias limitaciones, donde el esquiador solitario tenía que enfrentarse, no sólo a la distancia, sino también al desánimo y a la quiebra psicológica de hacer una carrera de larga distancia tratando de exprimirse al máximo en cada metro, sin posibilidad de acomodarse al ritmo de otros.
Pues bien, amigo Xabi, a ti, como a Franco Nones, como a todos los demás, nos queda todavía mucho por ver.
Ved si no esta noticia, en ella os contarán cómo los expertos en el “quién da más” están maquinando la estrategia de vender entradas en primera fila para ver, no la carrera, sino los prolegómenos: el enceraje, las pruebas de ceras, el calentamiento, el stress precarrera, los rituales de concentración de los deportistas y, con un poco de suerte, la arenga previa de algún coach exaltado tratando de motivar a su pupilo entre bastidores… ¿os acordáis de aquél “a por ellos que son unos mierdas de segunda división” de Benito Floro en la caseta del Real Madrid? (no quiero ni imaginar lo del otro día en Alcorcón).
El negocio manda y si la gente quiere circo, pues circo.
Hubo una época, no sé si eso sigue siendo así, en la que en los finales de etapa en la Vuelta a España la cámara acompañaba a los ciclistas hasta dentro del camión. Recuerdo a Perico Delgado, con esa chispa que siempre le ha caracterizado, diciéndole al cámara delante de todo el mundo: “tú haz lo que quieras, yo me voy a despelotar”. Obviamente, el realizador cambió de plano.
Quizá hoy en día, por el micrófono interno le hubiese dicho: ¡grábalo, grábalo todo!
(Foto: www.epsocial.es)

1 comentario:

  1. Ya lo había visto y me parece que es la peor idea que se les haya podido ocurrir, quiza a algún tipo de público si le pueda interesar pero creo que no les hará ni piza de gracia a los currantes que están detras.

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