Este pasado domingo participamos en la carrera de Aran-Roller, que se ha celebrado por segundo año y que ha tenido una afluencia más que aceptable. Entre los competidores del club se encontraban los hermanos Xabi y Leire Gardeazabal, Xabi del Val y Josu Erkizia, pero también estuvieron con nosotros los Irizar.
El sábado, los del Club nos reunimos en Bossost con intención de entrenar y subir el puerto de Portilhón, el cual empezaba en el mismo pueblo. Con el tiempo de nuestro lado, empezamos la marcha en skating, y nos resultó muy bonito todo el camino, intercalando paisajes montañosos y amplios bosques. La carretera se encontraba en perfectas condiciones, con algún agujero o grieta de vez en cuando y sobretodo en las curvas. El porcentaje medio fue del 7%, y el máximo del 18%, con un desnivel de unos 574 metros. Por lo demás todo fue perfecto, salvo porque del Val rompió un bastón a medio camino. Al terminar la subida, fuimos a reconocer el circuito de la carrera del siguiente día, y comimos en el alto del puerto, Plan Batalher, y muy importante, al sol.
Nos hospedamos en un hotel de Vielha, y dimos una vuelta por el pueblo, que aunque no era grande, era bonito, y también hubo alguna que otra compra. Volvimos al hotel prontito, donde nos dieron de cenar en un buffet bastante completo. Ya por la mañana, nos levantamos temprano, no solo por la carrera, pero también para coger sitio para desayunar, ya que competíamos contra un autobús del Inserso.
Llegamos hacia las 10 al punto de salida de la carrera, situada en el centro de un pueblo llamado Es Bordés. Podría decirse que parecía una carrera de invierno, ya que a esas horas la temperatura no superaba los 2 grados a la sombra, y la hierba y cristales de los coches estaban cubiertos por la escarcha. La carrera dio comienzo a las 11:00, y constaba de tres distancias: la de los mayores, desde dicho pueblo a una distancia de 9 km de la línea de meta, la de los jóvenes, desde el punto kilométrico 4, y por último, los más pequeños, a 2 kilómetros y medio de la meta, todas ellas tanto en clásico como en patinador. La pista estaba en buenas condiciones, con zonas agrietadas o desgatadas pero sin gravilla ni agujeros grandes. Cabe destacar un punto de peligrosidad respecto a las cuestas; y es que la carrera tenía de todos los tipos: subidas fáciles, fuertes, llanos e incluso un par de ligeras bajadas, una de las cuales era la zona más peligrosa de todo el recorrido, que combinaba zona en pendiente con suelo mojado y curva cerrada sobre un pequeño puente. De todos modos, íbamos tranquilos, ya que en la salida nos advirtieron que estaría bien señalizada, y que habría un médico allí mismo, por si acaso.
La meta estaba en Plan Batalher, y a todos los corredores se les regaló una bolsa con una camiseta de la carrera y una taza entre otras cosas. La entrega de premios se realizó allí mismo, todo muy original: una mesa y dos bancos a modo de podio y entre árboles. Creo que todos estarán de acuerdo al decir que fue un día fantástico, y difícilmente superable.
Podéis ver aquí y también aquí o aquí, algunas fotos del fin de semana y las clasificaciones de la carrera en esta dirección.
Xabi G.
Hombre, que te digan que hay un médico en el punto peligroso de la carrera, no sé yo si es muy tranquilizador... creo que unos fardos de paja me aliviarían más.
ResponderEliminarHe visto alguna cara conocida en los podios, Ya me contaréis.
Una pena que no hayamos podido ir.