domingo, 31 de enero de 2010

Frustración en Belagoa

Frustración e indignación fueron los sentimientos de los que pretendíamos participar durante el fin de semana en los Campeonatos de Aragón, Navarra y Euskadi. Frustración por la imposibilidad de celebrar dichos Campeonatos después del esfuerzo de llegar hasta allí y de indignación por la forma en que sucedieron los acontecimientos. Si bien cualquiera de los allí presentes, todos ellos acostumbrados a moverse en situaciones de clima adverso, hubiésemos comprendido la dificultad de organizar un evento de este tipo en una situación de temporal, la información que nos fue llegando a medida que pasaban las horas no era tan comprensible. Desde la falta de previsión a la hora de limpiar la carretera con la suficiente anticipación, el hecho de movilizar a la gente después de varias horas de espera sin tener la seguridad de poder llegar a nuestro destino, para hacer volver a todo el mundo porque la carretera no se había podido limpiar finalmente o la falta de capacidad para plantear una alternativa como la del Rincón (válida hasta el año pasado, pero ahora, según parece, inviable por disputas domésticas) o la de Abodi, a pocos Kms (fuimos varios los que esquiamos esa tarde en Abodi y muchos más los que hemos pasado una magnífica mañana de esquí en unas condiciones inmejorables hoy, segunda jornada de los Campeonatos).
El hecho es que no es la primera vez que pasa algo así y poco a poco, la credibilidad sobre la capacidad del Valle para organizar una cita de este tipo se va resquebrajando y es una pena, sobre todo para quienes conocemos el potencial de la estación de Belagoa para la práctica del esquí de fondo.
El suceso no ha pasado desapercibido en Navarra, llegando a ocupar la portada de uno de los diarios navarros (un pequeño rapapolvo al periodista, o a quien le haya facilitado la información, por no mencionar a nuestro club entre los participantes), con la consiguiente repercusión en la opinión pública.

jueves, 28 de enero de 2010

“Fast and female”. Rápidas y, sin embargo, mujeres

Existe una rancia y trasnochada cultura, muy extendida en todos los deportes, que tiende a considerar el deporte de las mujeres como un apartado de segundo orden, algo necesario por aquello de la igualdad y esas cosas, políticamente correcto, pero siempre menos espectacular o interesante que el deporte masculino. A esta cultura se le llama machismo y los hombres, en general, somos muy dados a participar de ella. El papel del deporte como entretenimiento o espectáculo de masas no ayuda precisamente a lo contrario, especialmente en algunos deportes, y los machistas nos dirán que, con todos los respetos (que es la fórmula que se usa normalmente para faltar al respeto), no es lo mismo correr los 100m en 9 segundos que en 11 segundos. Mi pregunta es, con todos los respetos: ¿quién es el idiota que durante esos 9-11 segundos está mirando al reloj?

A uno de ellos lo tengo localizado: Jacques Rogge.

“Fast and female” es una organización canadiense sin ánimo de lucro, empeñada en promocionar el deporte, especialmente el esquí de fondo y el biatlón, entre las mujeres. Liderada por Chandra Crawford,oro olímpico en Torino 2006, promueve un programa para la implementación de la práctica del deporte entre niñas de 9 a 19 años. Podéis visitar su página web aquí.

Si hay un aspecto, efectivamente, que puede desmerecer el deporte femenino en algunas modalidades, es el de la participación. Parece que seguimos con el viejo modelo de que el deporte es cosa de hombres. Ello repercute sin duda en el espectáculo, pero sobre todo en aspectos mucho más importantes de la función social del deporte como son los de igualdad, salud, desarrollo personal, integración, etc.

Referidos a nuestro entorno hay, al hilo de esta cuestión de la participación femenina, algo que llama la atención cuando vemos las clasificaciones de las carreras y sobre lo que creo que cabe hacer una lectura positiva y una negativa, vosotros diréis.

Si vemos la participación en las dos primeras carreras de la temporada, Mayencos y Casablanca, por ejemplo, tenemos estos datos:

..................................................Mayencos ..... Casablanca......

CATEGORÍA................................ H......... D....... H......... D....... %D

Veteranos

30

4

15

3

14

Senior

44

11

43

7

17

Junior

4

2

2

2

42

Cadetes

23

14

17

10

41

Infantil II

31

20

21

17

42

Infantil I

21

16

17

15

45

Preinfantil

28

19

17

10

39

El porcentaje de chicas participantes en categorías jóvenes se mantiene de forma regular en un promedio del 41,8 %. El promedio desciende drásticamente en las categorías Senior 17%, menos de la mitad que en las categorías jóvenes, y veteranos 14%, la tercera parte de participación femenina que entre la juventud.

Se me ocurre que estos datos se pueden interpretar de dos formas:

a.- Versión optimista. Como los mayores pertenecen a unas generaciones en las que el deporte entre las mujeres era poco habitual, esto se refleja en las cifras. Las generaciones jóvenes, con unas cifras más equilibradas, a medida que envejezcan irán cambiando esa tendencia.

b.- Versión pesimista. Existe un filtro a partir de la adolescencia o la mayoría de edad, que hace que muchos/as deportistas dejen la actividad (este sería tema para otro post). Las mujeres son especialmente vulnerables a este filtro y lo dejan en mayor proporción que los hombres.

Como digo, cada uno puede hacer su propia lectura. Yo me inclino por la segunda versión y hay un dato que me hace pensar así y es que las proporciones entre los senior jóvenes se parecen más a las de los senior mayores que a la de los presenior. Si la versión optimista fuera la correcta, esto no sería así, las cosas no han cambiado de ayer a hoy. Seguramente la versión optimista sí que pueda aplicarse al ligero incremento de participación femenina de la categoría de veteranos a la de senior.

Estos datos dan para pensar que, efectivamente, las iniciativas del tipo de las presentadas por Fast and female, estarían plenamente justificadas también en nuestro contexto. Sobre todo dirigidas a motivar a esas niñas a seguir por el camino del deporte competitivo (que no olvidemos que suele ser la punta del iceberg de la práctica deportiva general), una vez que este camino dependa de su propia iniciativa más que de la de sus progenitores, que a iniciarlas en la práctica. Esto último, a la luz de estas cifras, parece que se hace de forma bastante parecida, en el entorno familiar, independientemente del sexo (cifras próximas al 50%).

lunes, 25 de enero de 2010

"Los años locos", versión local


Bueno, yo pasaba por allí cuando se vivió esta auténtica revolución en el esquí de fondo. Primero en la competición y luego en la práctica de disfrute. En el periodo de apenas un par de temporadas pasamos de una disciplina totalmente consolidada a esa misma disciplina con dos técnicas tal y como las conocemos hoy en día; con su propias carreras, especialistas, materiales, etc. La transición no fue nada amigable y conocimos hasta conatos violentos entre esquiadores. Algunos, de hecho, no la superaron nunca.
Pensad que en el momento más crítico ni se planteaba que pudieran existir estilos y era una cuestión de valentía el salir a una carrera con o sin ceras. Los organizadores se sentían perdidos y la rapidez con que los crack se adaptaron al nuevo estilo los acobardaba a la hora de poner límites. Seguramente el término estilo "libre" que se le daba a esa carreras (¿no se siguen llamando así hoy?) viene de ahí; que cada uno se lo monte como pueda. La pólemica la traía el que los que enceraban se sentían lógicamente afectados, sobre todo y, curiosamente, en el hecho de ver rota "su" huella. Ya se oían comentarios de "clasicómanos" que consideraban que con su huella intacta se las verían con cualquier patinador. Otro punto de conflicto, éste llegaba a lo físico, era el de los adelantamientos, ya que se precisaba más ancho de pista para adelantar y ser adelantado.
En fin, que al final, no eran (eramos) pocos los que salíamos con ceras y acabábamos patinando. Es curioso, pero recuerdo que el componente que le dábamos, algunos por lo menos, era un poco como un enceraje plus, –le doy esto y lo otro y bueno, en lo duro patino y listo!!! Que nivel!!!!
Un caos, vamos. Según se consolidaba el estilo surgieron los especialistas (al principio existía la vinculación skating-recorrido corto-atletafuerte y alterno-recorrido largo-atletafino) y las técnicas de preparación (radio macuto hablaba de que no se sabía qué equipo hacía sesiones de 200 km en bici... !sin sillín¡ Corría el rumor también de que los "orientales" (!existía el telón de acero¡) muy castigados en el campeonato del mundo de Seefeld de 1985 (vídeo de Rafa), iban a montar una federación y deporte aparte sólo para "clásicos". Quien lo diría ¿eh?
La transición fue más lenta –creo– en el material. En el vídeo que cuelga Rafa se puede ver a Svan con las míticas zapatillas Salomon "rojas y amarillas". Al final no dejaban de ser modificaciones estéticas de lo que fue la verdadera revolución de dejar la horma ancha, pero nada más. La clave (para mal) era que la fijación pie-esquí se situaba fuera del pie (por delante) y así el control del esquí alzado era muy difícil. Las fijaciones eran mucho más blandas, los esquís conservaban el arco, la dureza y longitud necesarios para hacer alterno... Tendrían que pasar algunas temporadas para que Salomon "metiera" el anclaje debajo de los dedos, hiciera botas (lo anterior eran zapatillas), etc. Luego comenzaron a verse esquís con las espátulas recortadas (los ojos dejaron de correr peligro), bastones-pértiga e incluso la FIS tuvo que regular la longitud mínima de los esquís en 1,80 ante la fiebre de llevar patines bajo los pies.
Aquí os dejo una prueba gráfica de algunas carreras de la época afectadas por la fiebre "chitonen" (lo escribo mal en homenaje a la pronunciación desvergonzada de la época).
Ah! a ver quien descubre Somport?

Luis Ibergallartu

viernes, 22 de enero de 2010

I Liga de Trofeos y Marchas Populares "Le Somport"

Los responsables de la estación de esquí de Le Somport han incluido la clasificación de la I LIGA DE TROFEOS Y MARCHAS POPULARES “LE SOMPORT” en su página web. Podeis acceder directamente a toda la información alojada en dicha web clicando en el cartel de la liga situado en la barra lateral de nuestro blog o a través de la web de Le Somport.

jueves, 21 de enero de 2010

Los años locos

En el post anterior sobre skating hacíamos referencia a una época en la que hubo grandes cambios en el esquí de fondo. Hasta el año 82, las cosas no habían cambiado mucho, el material había mejorado sustancialmente con la incorporación de las suelas de plástico y el uso de parafinas sintéticas, haciendo los esquís más rápidos, la preparación de las pistas ayudaba también lo suyo, pero la técnica se mantenía sin grandes cambios. Sin embargo, a partir de aquí y hasta 1986 se iba a producir una auténtica revolución con el uso del medio patinador primero y el patinador después: fueron los años locos del esquí de fondo, hasta que se establecieron las dos modalidades para configurar el panorama tal y como hoy lo conocemos. Luego, en el 87, vendría la Cera F para poner la guinda al pastel.
Cuando hablamos del medio patinador, los mayores os acordaréis perfectamente de aquella antipática técnica destrozahuellas, pero igual los más jóvenes os preguntaréis si hablamos en serio cuando decimos que sacábamos un pie para patinar mientras llevábamos el otro encarrilado en la huella y empujábamos con un impulso simultáneo de bastones. ¿Que os suena a chiste?, pues nada, poneos cómodos y... ¡dentro vídeo!

1984. Olimpiadas de Sarajevo, Marja Liisa Hamalainen gana la prueba de 20 Km. La finlandesa ganó también los 10 y 5 Km. Buen ejemplo de medio patinador.



1984. Las mismas Olimpiadas, relevos chicos. Fijaos en la salida, el tercer esquiador, pantalón blanco, hace skating durante un rato en un tramo sin huella, en algún breve momento más adelante, algún relevista hace también medio patinador.



1985. Campeonatos del Mundo en Seefeld, 50 Km y todo el mundo haciendo medio patinador como locos bajo una potente nevada, gana el mítico Gunde Svan, segundo el no menos mítico Maurilio De Zolt.



1985. Seefeld, 30 Km, aquí hay de todo, patinador, medio patinador, simultáneo. Lo que no veréis es a nadie haciendo un paso alternativo, ni siquiera combinado. Es a la vista de esto que los noruegos se tiraban de los pelos al grito de ¡El esquí clásico ha muerto! Realmente, la separación de estilos fue una bendición.
Nueva victoria para Gunde Svan.



La separación de estilos en competición oficial se estableció por primera vez en la Copa del Mundo en 1986, las primeras Olimpiadas que lo aplicaron fueron las de Calgary dos años después.
Es una suerte que haya gente que suba estas grabaciones a Youtube. El Gran Bazar Virtual nos ofrece a veces, además de cantidad de cosas de dudoso valor, pequeñas joyas como estos documentos históricos para disfrute del aficionado.

miércoles, 20 de enero de 2010

Urtarrilak 20 San Sebastian eguna

Hemen
CVCko danborrero batzuk (ba daude gehiago, baino ez ditugu aurkitu argazkirako), eskiatzaile onak izateaz aparte, behar bezalako donostiarrak.

martes, 19 de enero de 2010

La verdadera historia del skating

Así titula su autor, Jack Sasseville, entrenador del equipo canadiense en la época en que Siitonen y compañía comenzaron a sacar un pie de la huella, este bonito artículo que repasa aquella época de descubrimiento que cambió profundamente el panorama del esquí de fondo.

Ya hablamos de ello en otro post y de cómo en determinadas situaciones de difícil enceraje, hubo algunos avanzados que descubrieron que era más rápido renunciar a la cera de agarre y patinar. Sasseville nos da cuenta de algunos de esos episodios históricos, de cómo la nueva estrategia se fue extendiendo como la pólvora y de las reticencias y obstáculos que los más tradicionalistas se empeñaban en poner hasta que tuvieron que aceptar la realidad y crear dos disciplinas diferentes.

Es raro el deporte que no evolucione, sobre todo si implica tareas complejas de coordinación corporal. Cuando Dick Fosbury comenzó a saltar de espaldas al listón, los expertos miraban escépticos y divertidos, cuando ganó el oro olímpico en 1968, dejaron de divertirse y decidieron tomar cartas en el asunto, hoy todos los saltadores utilizan el Fosbury como técnica de salto de altura. Si además hay en juego herramientas o materiales susceptibles de mejora tecnológica, los caminos de esa evolución se multiplican, pensemos en el ciclismo, en el salto de pértiga o en el esquí alpino. Comparemos la postura de un saltador de los que ilustran la portada del libro de F. Tuduri con la de los saltadores de hoy.

Esa evolución no se va a detener ahora, claro, y estaría bien imaginar hacia dónde se dirigirá en el esquí de fondo. Tras un repaso sobre la evolución de la técnica del skating, es justamente lo que hace Jack Sasseville al final de su artículo. Él dice que las pruebas puede que las tengamos delante, no hay más que observar la técnica de los corredores de sprint en skating, dice. El ángulo de abertura de sus esquís es sensiblemente más reducido que en distancias largas y el gesto, la flexión corporal, se parece cada vez más a la del impulso simultáneo. Esto tiene una ventaja biomecánica obvia, reducir el impulso hacia los lados supone incrementarlo hacia delante , que es justamente adonde tenemos que ir . Y tiene un inconveniente también obvio, afrontar la pendiente directamente con el esquí es mucho más fatigoso, por supuesto. Pero Sasseville nos advierte de que este era, precisamente, el inconveniente que sus detractores veían al patinador antes de que Andi Grunenfelder ganara una prueba de la Polar Race en Tornio (Finlandia) patinándola entera en 1984, con una técnica a priori mucho más fatigosa. Lo cierto es que la evolución de la técnica arrastra tras de sí la adaptación tipológica corporal de los atletas. Probablemente los campeones del esquí de fondo de antaño, curtidos en su estilo y en pruebas largas, serían atletas con una capacidad pulmonar portentosa y unas potentes extremidades inferiores, hoy, además de eso, les vemos lucir un tren superior igualmente portentoso. Este pasado diciembre, en una prueba de biatlón, y perdonad la imprecisión de mis datos, pero no soy Xabi Del Val (te agradecería que me ilustraras luego en un comentario, Xabi), veíamos llegar al último Km a Bjorndalen en compañía creo que de un ruso y de Svendsen, bastante más corpulento. El rubio agonizaba en cada repechito tratando de seguir el ritmo infernal que le marcaban sus dos compañeros de cabeza, se descolgaba incluso unos metros. Pero, hay amigos, en la recta final cada remada de Svendsen era como tres de las de los otros, era como ver remar a Castro al lado de la Donostiarra.