viernes, 9 de octubre de 2009

La zanahoria olímpica

¿Os acordáis? Jaca94, Jaca98, Jaca2002, Jaca2006, Jaca2010, Jaca2014. Nuestra afición de esquiadores ha crecido con la promesa de tiempos felices en los que gozaríamos de unas infraestructuras envidiables para la práctica de nuestro deporte, donde íbamos a poder ver, quizá tocar, a nuestros Alberto Tomba o Bjorn Daehlie. Imaginábamos los trampolines olímpicos elevándose desafiantes y vertiginosos, recortándose contra el cielo de Astún, soñábamos con un circuito de biathlon con gradas para 20.000 espectadores rugiendo de emoción en Candanchú, bueno, ¿o era en Panticosa?, o en Benasque, o… bueno, eso es lo de menos, en algún sitio. Un circuito de fondo catapultado a la fama internacional donde a partir de ahí, todos los años se celebraría una prueba de la Copa del Mundo. ¡Qué bonito! Una Ciudad Olímpica con algún edificio emblemático diseñado por un arquitecto de renombre y dispuesta a albergar a varios miles de deportistas de todo el mundo. Seguro que la naturaleza se contagiaba del entusiasmo general y a partir de ese año 94, 98, 2002, 2006, 2010 ó 2014, nevaba hasta en los campos de Sabiñánigo. Los habitantes del valle recibirían una inyección económica que mejoraría su calidad de vida a unos niveles insospechados, como el resto de Aragón, incluso el feliz propietario de un apartamento en la zona, podría alquilarlo esos días haciendo su agosto particular, porque, claro, la avalancha de público selecto, es decir, con alto poder adquisitivo, sería espectacular, para regocijo de toda la hostelería del entorno ¡Cómo mejorarían las comunicaciones! Quizá hasta los franceses (como la naturaleza) se contagiaban también del entusiasmo y hacían una autovía de cuatro carriles al otro lado del Somport para los amigos del olímpico hijo de Rainiero. ¡Qué bonito! ¡Y qué verde! Porque claro, eso del impacto y la sostenibilidad es muy importante y hay que tomárselo en serio. Tranquilos, ya hubo quien lo propuso: todo desmontable, la Villa Olímpica: desmontable (menos el edificio emblemático), las pistas de bobsleigh: desmontables, los trampolines: desmontables. Total, si son deportes que en España no interesan a nadie. Las gradas para 20.000 espectadores: desmontables. La autovía de los franceses: desmontable.

Cuántos sueños evaporados, el “Deporte Blanco” robándole los titulares a Ronaldinho, José Ramón de la Morena retransmitiendo la combinada nórdica, María Escario aprendiendo a pronunciar nombres finlandeses. ¡Qué pena, María, lo del Juanito!, ¡pa uno que nos sale bueno!

1994, 1998, 2002, 2006, 2010, 2014, da igual el color de los políticos, la zanahoria olímpica es una buena zanahoria (aunque debe ser para mover otros burros, porque el del deporte del esquí, a nivel competitivo, no es que se haya movido mucho).

De todas formas, tranquilos, que volvemos a lo mismo, ahora es Aragón 2022 y seguro que sale. Para entonces los cañones echarán nieve de polispán y el slalom lo montaremos en Peña Oroel.

Rafa

1 comentario:

  1. Está muy bien el post, la verdad que para volver a hacer una chapuza y el ridículo mejor que ni se presenten. Pensaba que solo se habían presentado en el 2010 y 2014, pero ya veo que no, ¡vaya petético!
    Respecto a lo de la nieve, segun unos israelís, ya no van a tener mas problemas:
    http://www.ski-nordique.net/une-nouvelle-technologie-qui-va-revolutionner-le-ski.4641316-72348.html
    Habrá que ver, yo no me lo creo la verdad.

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