jueves, 10 de junio de 2010

De lo deseable a lo conveniente

(foto: www.vancouver2010.com)

El pasado 4 de junio un artículo de Soloski cuestionaba la idoneidad de la celebración de unos JJOO de Invierno en España. En este país se supone (es una especie de axioma incuestionable) que todo aquel que sea aficionado al esquí o, en general, a los deportes de invierno, debe estar a favor de la celebración de las Olimpiadas. Por eso, no deja de sorprender (y se agradece, en la medida en que aporta un punto de vista diferente) el planteamiento de Oriol Sintas, quien, lejos del entusiasmo colectivo del sector desde el que habla, hace en este breve artículo una llamada de atención sobre la realidad (cruda realidad) del nivel competitivo de estos deportes (algo que, siendo tan natural, no parece entrar dentro de la órbita de las reflexiones de quienes cortan el bacalao en estos asuntos políticos) que le lleva a la conclusión de que la celebración de unos Juegos no es lo más conveniente para estos deportes. Normalmente, a quien hace ese tipo de reflexiones le cae automáticamente la etiqueta de saboteador.
Claro que a todos nos gustaría, ¡cómo no!, disfrutar de unas Olimpiadas de Invierno aquí al lado, pero una vez más habría que recordar que no es muy prudente mezclar, sin más, lo deseado con lo posible o lo conveniente y que los gestores están precisamente para preocuparse de lo segundo.
Oriol Sintas nos propone empezar la casa por los cimientos antes que por el tejado, preocuparnos de la base, del deporte escolar, de promocionar el paso del deporte recreativo al deporte competitivo. Parece un consejo lógico. ¿O no?
A juicio de algunos no. De hecho, el mensaje que se ha transmitido, teniendo en cuenta la forma de hacer de los responsables de algunos de estos deportes desde hace mucho, es justo lo contrario, tú dame un Paquito Fdez Ochoa (o un Johan Muehlegg) que detrás vendrán todos los niños a querer emular al ídolo. Esta actitud de tirar por el atajo hace que, cuando las cosas no salen bien (y es fácil que las apuestas arriesgadas no acierten) o el efecto de tirón se diluya por la razón que sea (jubilación, lesión, doping...), todas las carencias que hay detrás queden al descubierto. España no es una potencia en el ciclismo porque hubo un Indurain. Hubo un Indurain porque España era una potencia en el ciclismo (aunque siempre quepa esperar un cierto grado de retroalimentación, con o sin Indurain, el ciclismo español hubiese sido lo que es).
Hay un aspecto que toca el artículo de Oriol que es especialmente doloroso e ilustrativo. Nos comenta que hay deportes, como los saltos de esquí, que no tienen un solo participante, y es así. Si visitáis la web Saltos de esquí y consultáis su apartado “Equipo español, aquellos años…” veréis que en la década de los 80 y hasta mediados de los 90 las cosas eran diferentes y que aquel trabajo fue dejado de lado de un plumazo justo al tiempo que se empezaba a mover el “sueño olímpico” de nuestro Pirineo (primera tentativa Jaca 94), los responsables debían pensar que para qué querían a aquellos saltadores (grises es el término que utilizan hoy) si podían invertir en una baza segura como Blanca Fdez Ochoa (bronce en Albertville 92).
No es la primera vez que el autor aborda estos temas, en este otro artículo señala también otro de los males endémicos que afectan a los deportes de invierno, la burocratización excesiva, referida a la proporción directivos/deportistas.
Yo no sé qué rentabilidad económica o social puede obtener un país, comunidad o región, de la celebración de una Olimpiada (supongo que como todo, las cosas podrán salir bien, pero también regular, mal o muy mal y hay antecedentes históricos de esto) pero lo que sí parece es que los deportes de invierno en sí tienen mil tareas más convenientes y, desde luego posibles, que la deseada celebración de unos JJOO. No sé por qué las inversiones (no solo económicas) deben calcularse siempre en el corto plazo y supeditarse a unos resultados deportivos tan aleatorios, y en este caso lejanos, como la obtención de medallas, en lugar de ceñirse a la realidad y tratar de mejorarla con los pies en el suelo y paso a paso.
Si escuchamos a los políticos, parece que las únicas objeciones a la organización de los Juegos serían económicas (alcalde de Barcelona, UPD de Zaragoza) o bien medioambientales o de modelo de desarrollo (CHA, IU, grupos ecologistas), dándose por hecho que desde el punto de vista deportivo no hay nada mejor para estos deportes. Sin embargo, para algunos, esto sería también bastante discutible.

Rafa

2 comentarios:

  1. Uno de los deportes que más posibilidad da de obtener medallas es el Esquí de Montaña, y de momento, éste no es olímpico.

    Kilian, Mireia, Marc... y muchos otros que pueden hacer un buen papel, más los que pueden venir por detrás!

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  2. Pues que quieres que te diga Rafa, desde la lógica y el sentido común no puede faltarte más razón, todos los que hacemos deporte vemos los errores que se cometen.
    Pero aún así, soy de los que quiere unos Juegos Olímpicos, lamento que mis sentimientos sean tan egoístas como los de los políticos, pero estoy harto de que la gente se meta conmigo cada vez que salgo con los roller, de este modo construirían una pista de patinaje de velocidad donde se supone se podría entrenar con un poco más de tranquilidad (quizás sea un poco candoroso) porque desde luego, cultura del deporte no es que tengamos mucha, y si ya es de invierno, ni te cuento.
    Jolín, que malo soy.

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