lunes, 3 de agosto de 2009

La zona de encerado del esquí

Determinar la longitud y ubicación de la zona de encerado en los esquís de ceras es un paso muy importante cuando adquirimos unos esquís nuevos. Vamos a ver qué es y cómo se determina la zona de encerado.

Llamamos así a la parte de la suela del esquí sobre la que colocaremos la cera de agarre para que realice su función retentiva. Debido a la especial construcción de los esquís de fondo, cuando descargamos el peso en la fase de deslizamiento, el arco del esquí hará que esta cera se despegue de la nieve permitiéndonos deslizar sin trabas.

En la figura se aprecia cómo la cera, representada en rojo, está en contacto con la nieve únicamente durante la fase de agarre.

La zona de encerado comienza en la parte trasera a la altura del talón para la mayoría de los esquís (esquís muy duros pueden tener que ser encerados hasta un poco más atrás) y se extienden hacia adelante entre 45-65 cm aprox.

Estos parámetros, válidos como generalización, pueden no adaptarse bien a todos los tipos de esquís ni de esquiadores, dadas las variaciones de construcción y longitud del esquí en relación con la tipología, técnica y forma física del esquiador.

Por ello hay que hacer un “ajuste fino” de la longitud de la zona de encerado en cada par de esquís y para cada esquiador. El método más sencillo para ello es el realizar sucesivos ensayos de prueba-error con distintas longitudes de cera.

Conviene tomarse su tiempo y hacer las cosas bien. Sobre nieve polvo, pondremos en el esquí una capa muy larga de la cera de bote correspondiente (más larga de lo normal), después de esquiar un rato y comprobar el agarre que nos da, rascaremos con una espátula la cera por delante (como 2 cm), atrás la cera llegará hasta el talón y ese punto no lo modificaremos. Volvemos a esquiar para comprobar que nada ha cambiado y el agarre sigue siendo igual, volvemos a quitar otra longitud de cera y volvemos a probar sucesivamente. Llegará un punto crítico en el que nos daremos cuenta de que quitar un poco de cera supone una pérdida de agarre clara, ese será el límite delantero de la zona de encerado y todo lo que enceremos por delante de ese punto sólo nos servirá (salvo alguna excepción ) para dificultar el deslizamiento sin obtener a cambio un agarre mayor. Marcaremos con un rotulador indeleble en el lateral del esquí este punto tan importante.

Hay que tener en cuenta que para ceras Klister la zona de encerado debe ser unos 5 cm más corta, por detrás de la referencia que hemos marcado.

Quienes utilicen un par de esquís específicos para Klister, deberán hacer la misma prueba sobre nieve transformada y con cera de tubo, hasta obtener el límite delantero de la zona de encerado para esos esquís y con esas ceras.




Cuanto más corta sea la zona de agarre mayor será el deslizamiento. La fuerza del esquiador y su técnica determinarán hasta dónde se puede reducir la longitud de encerado. Una fuerza excepcional en los brazos combinada con una buena y potente técnica de impulso, permiten reducir al mínimo la zona de agarre. Los esquiadores intermedios y especialmente los niños deberían prolongar la zona de agarre con el fin de desarrollar una buena técnica de clásico. No conviene además, obsesionarse por acortar la zona de agarre, en realidad, extenderse más allá con la cera de agarre, no nos quita tanto deslizamiento y, sin embargo, quedarnos cortos nos hará sufrir mucho en las subidas. Muchas de las malas experiencias por falta de agarre de las ceras se pueden deber más a la falta de longitud que a la elección inapropiada de la cera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario