Algunos de los que participasteis en el cursillo de ceras del CVC os enfrentáis ahora al dilema de completar un maletín de material para iniciaros en el enceraje. Ante un mercado que os ofrece infinidad de productos y la necesidad de sistematizar e ir a lo esencial, es probable que os asalten las dudas sobre qué producto es mejor que qué otro o qué prioridades establecer ante tanta oferta. Si miramos el maletín de ceras de un experto nos encontraremos seguramente con una cantidad enorme de cosas incorporadas poco a poco a lo largo de los años. Pretender hacerse con todo de golpe puede resultar muy gravoso para nuestro bolsillo. Ocurre además que en esto de las ceras la gente suele ser bastante maniática (va con la personalidad del skiman) y una parte importante del contenido de un maletín viene a ser el resultado de una manera particular de hacer las cosas, adquirida con la experiencia y diferente según de quién se trate.
Vamos a intentar resumir en este post lo que a nuestro juicio es el material imprescindible con el que comenzar. Luego nuestra experiencia, gustos y ambiciones, irán poco a poco llenando ese o esos maletines quizá hasta desbordarlos.
El propio maletín: Una caja de herramientas cumplirá perfectamente la función. (O dos, si queremos separar ceras de agarre y deslizamiento).
Las ceras de agarre: De una sola marca. Un surtido de bote desde azul hasta roja y un surtido de tubo desde verde (que usaremos de base) hasta roja.
Las ceras de deslizamiento: Un surtido completo de parafinas sin flúor (podemos prescindir de la más fría). Aunque las parafinas fluoradas son muy recomendables, son también caras y podemos amortizar mejor esa inversión inicial con otras cosas más necesarias.
La plancha: Una plancha en la que podamos regular con precisión la Tª es imprescindible, primero gastar en una buena plancha y luego en parafinas fluoradas (las parafinas son muy sensibles a la Tª de fusión y sería absurdo gastar un dineral en una parafina de alto contenido en flúor para luego arruinar sus propiedades fundiéndola a una Tª inapropiada).
Un termómetro específico para la nieve.
Un rascador de plástico rígido: mantenerlo siempre bien afilado (afilándolo por lijado, en ángulo recto) mejorará su eficacia y nos evitará el disgusto de rayar la suela porque hagamos demasiada fuerza.
Rascadores flexibles: De los que vienen con las ceras de tubo, para limpiar el grueso de las ceras.
Disolvente: Siendo todos, como somos, muy conscientes y comprometidos con el medio ambiente usaremos, seguro, quitaceras biodegradables de extracto de cítricos, aunque sean más caros ¿verdad que sí?
Papel de lija: Bien específicos 100 y 180 para lijar la zona de agarre, o bien sus equivalentes de bricolaje.
Papel absorbente. El papel higiénico funciona perfectamente para cualquier tipo de limpieza con o sin disolvente.
Corcho: Mejor sintético, el corcho natural se suele romper soltando pedacitos engorrosos e inoportunos.
Cepillos: Uno de alambre para levantar la suciedad y la capa oxidada de la suela antes de parafinar y dos de nylon, uno más duro para sacar la parafina y otro más suave para pulirla. La cantidad de éstos últimos en el mercado es impresionante, con distintas formas, tamaños y materiales, dos cepillos normales (no suelen ser baratos) de las características comentadas, cumplirán perfectamente su cometido.
Estructurador: Un estructurador sencillo es una herramienta económica y muy útil en nieves húmedas.
Crema limpiadora: Un bote de Nivea normal y corriente servirá para limpiarnos las manos después de aplicar la klister.
Un banco de encerar: Aunque hay gente que se arregla sin él, es una herramienta muy necesaria para trabajar en condiciones. La cera del día podremos darla sin un banco, aunque lo haremos mejor con él; para dar una base nos podremos arreglar malamente pero, francamente, parafinar y estructurar en condiciones sin un banco (serviría algún artilugio de bricolaje que consiga fijar bien el esquí) es algo difícil y peligroso para la integridad del material.
Nada, ya sabéis, animaros con lo básico y a practicar, a medida que vayáis adquiriendo experiencia veréis cuáles son vuestras necesidades y podréis ir ampliando el material. Y no olvidéis que, como comentábamos en el cursillo, en más del 80% de los casos, encerar con garantías es muy fácil y os permitirá disfrutar mucho más, respecto al otro 20% de las situaciones, a medida que vayáis aprendiendo venís y nos lo contáis, todos estamos deseosos de aprender más.
Xabi y Rafa
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