martes, 28 de julio de 2009

Historia del origen del skating

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi hacer skating. Era una mañana de ventisca en el circuito de Candanchú a principios de los 80. Dos monitores de la E.E.E. con sus pantalones de alpino y cubiertos con chubasqueros rojos tipo capa, de esos que llegan hasta la rodilla, se paseaban entre los “fondistas” que mirábamos aturdidos a aquellos personajes que se movían balanceándose fuera de la huella de forma tan poco elegante. Si no fuera por la autoridad que se les suponía a los protagonistas, las carcajadas hubiesen sido sonoras. Hoy, unos cuantos años más tarde, debo reconocer que en algunos momentos de debilidad, llego a apreciar incluso una cierta belleza en el gesto aparatoso y desmedido del paso patinador, además de que, por supuesto, he tenido que pasar por el aro y aprender a practicarlo (y a disfrutarlo).

La paternidad de este estilo la comparten dos famosos esquiadores, el estadounidense Bill Koch y el finlandés Pauli Siitonen.
Bill Koch fue el primer (y único de momento) americano en conseguir una medalla olímpica, la plata en los 30 km en Innsbruck 1976. Comenzó a competir con el medio patinador alrededor de 1980 y ganó la Copa del Mundo en 1982.
Fue sin embargo el finlandés el que parece que abandonó del todo la huella para practicar el paso patinador. Especialista de las grandes distancias , cuenta en su palmarés durante los años 70 con victorias en la Vasaloppet, la Hiihto varias veces y la Konig-Ludwig-Lauf, también varias veces. La victoria en esta última utilizando el paso patinador debió granjearle la inquina de la comunidad de esquiadores alemanes, pues según cuentan, el famoso cartel de “prohibido esquiar a lo Siitonen” debió verse por los circuitos alemanes hasta principios de los 90.
Hay quien dice que el desencadenante de todo esto fue la necesidad y así, en alguna carrera de condiciones imposibles de encerar, Siitonen se vio obligado a salir de la huella ante la falta de agarre de sus ceras y poner en práctica el paso, que seguramente ya tenía más que ensayado, consiguiendo dejar muy atrás a sus rivales.
De todas formas, el medio patinador ya se conocía para la época de Koch y Siitonen y estrictamente hablando, tendríamos que remontarnos más atrás para encontrar a los verdaderos “inventores” de esta técnica. Lo que sí hicieron estos dos fue ponerlo en práctica y darlo a conocer, sobre todo, claro, porque ganaban carreras con ella. Así que probablemente es justo considerarlos como los impulsores del skating.
Hay un aspecto fundamental y que juega un papel determinante en la implantación de la técnica y es el uso, a partir de los años 70 de las grandes máquinas pisapistas, que empezaron a compactar la nieve de forma que el paso patinador resultara verdaderamente eficiente. Probablemente, con estos protagonistas o con otros, el estilo hubiese terminado imponiéndose de todas formas.
Los inicios no estuvieron exentos de polémicas y así hubo detractores, sobre todo los noruegos y defensores, especialmente americanos e italianos. Hubo prohibiciones y obstáculos para que finalmente en 1986 el skating como estilo separado se introdujera en la Copa del Mundo y en 1988 en las Olimpiadas de invierno de Calgary.
Hoy, la convivencia de ambos estilos se asume con naturalidad y, lejos de suponer un problema, enriquece el deporte del esquí de fondo.
Ocurre como en la natación, ¿os imagináis un cartel diciendo “prohibido nadar a crawl”? y sin embargo la historia es muy parecida a la del esquí de fondo, en 1870, la introducción del crawl dio un baño (nunca mejor dicho) a los tradicionalistas de la braza ingleses y fue en las Olimpiadas de St Louis en 1904 (las terceras de la era moderna) la primera vez en que, además de la espalda, se hacía la distinción entre crawl y braza, la mariposa se introdujo más tarde, ya a mediados del s XX.

(Fotografías en BN obtenidas de http://sport.err.ee/
Arriba Bill Koch en los 70
Abajo Pauli Siitonen encabezando un grupo)

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