Este está siendo un verano cargado de noticias en el valle del Aragón en relación con el esquí. Comenzamos con el probable divorcio entre Candanchú y Le Somport referido a la unión de sus respectivas pistas de fondo, continuamos con las calabazas de Aramón a la estación aragonesa y parece que vamos a terminar la temporada con una noticia de mayor calado y consecuencias, el visto bueno legal al posible matrimonio entre Astún y Formigal: el Tribunal Supremo acaba de desestimar el recurso de Ecologistas en Acción contra el proyecto del Ayuntamiento de Canfranc de conectarse a través del valle de Izas o de la Canal Roya con la vecina estación de Formigal. Tenéis más información en la página de la PDMA (yo prefiero no pronunciarme, no sé hacerlo desapasionadamente).
Cuando hablo de estas cosas con mi amigo Alfredo y le expreso mi opinión, él sacude la cabeza en un gesto de desaprobación y con sus socarronas formas, tan aragonesas, mira hacia arriba y dice aquello de ¡pero si hay mucha montaña, hombre!
Cada vez menos, Alfredo, cada vez menos.