LA MARXA BERET FUERA DE LA HUELLA
A veces las cosas que dicen que van a pasar, pasan. Como cazadores de tornados nos fuimos a donde todos decían que no había que ir a cumplir el compromiso anual con la Marxa Beret.
Y esta vez sí. Esta vez las cosas pasaron. Ya desde el sábado a la mañana en Salardú el ambiente era de excepcionalidad. La suspensión de los Sprints confirmaba una situación que la organización se había empeñado en disimular toda la semana en su web. Resultaba curioso que se decidiera, un par de días antes, cambiar la ubicación de estas vistosas pruebas de Arties a Beret, para encontrarse luego con el acceso a Beret cerrado y a un buen número de los inscritos en ellas dando vueltas por Arties.
Con los sprints fuera ya de programa los más cabezotas logramos acceder al Pla de Beret el mediodía del sábado a reconocer la situación. Un sol engañoso nos quería hacer recordar el Beret más habitual en el primer fin de semana de febrero. Y cuando el viento paraba casi lo conseguía. Los quince grados bajo cero se hacían más que soportables deslizándose a placer por una huella recién marcada sobre nieve polvo y fría. Ese espejismo duro poco, lo justo para poder comprobar que la organización había ampliado el conjunto de bucles del "trozo de diez kilómetros" por la zona de Orri. Y el viento nos sacó de allí a golpes.
Al día siguiente la previsión se volvió a cumplir. El frío inicial (-11º) fue a menos, el viento también y la nevada se consolidó. El acceso a Beret tuvo sus dificultades pero al final quizás solo ese ambiente de excepcionalidad hizo hablar del tiempo ante un día invernal que debieramos considerar normal, si todo fuera normal en el tiempo. Ya se sabía entonces que la versión 42km iba ser un año más en versión 21x2, que la carrera sería lenta y que en la pelea entre los grandes entraría en juego la estrategia. La salida sufrió un retraso de 15' del que merecería la pena hablar quizás en otro momento. Por la forma digo.
Salida fraccionada (¿por?) que permite la formación del pelotón de los mejores de los 42. Por el primer kilómetro el grupo es muy numeroso (25-30) y se aprecia claramente que entre todos se ha impuesto el "tira tú, que a mí me da la risa". En ese grupo viajan nuestros Josu y Xabi del Val. Me pareció una buena señal. A veces no basta con ser, se necesita sentirse capaz. Y esas situaciones ofrecen la ocasión de comprobar que todos somos de carne y hueso.
Tras el ordenado pelotón de figuras y antes de que la masa desordenara la escena pasó un metódico Xabi Gardeazabal concentrado (¿tendrá contados los pasos que tiene que dar en todo el recorrido?) representante de nuestra élite en la versión 21km. Y entonces llegó la marabunta. Mikel Ibergallartu se benefició de su nervio para subirse a un buen carro entre los de la prueba corta. Mikel Sarasola le podía ver y casi tocar en ese primer kilómetro, pero a veces eso es ya demasiado en una prueba en la que lo colocación resulta crítica. Luego en un escanario cada vez más caótico de bastones, luchas por la huella y turistas pasados de vueltas comenzaron a aparecer los más pequeños: Manu resoplando, Manex tratando de permanecer de pie, Jokin literalmete perdido entre bastones amenazantes y Peru Larrañaga pregúntandose de qué iba todo ese barullo. Es una experiencia que les va a resultar fundamental pero no es una buena prueba para competirla esta Marxa para los más pequeños. Demasiado ruido, demasiada confusión y pérdida de sus referencias.
Una punzada de envidia al paso de mis referentes; Rafa, Patxi o los Koldo o Peio. Lamento la ausencia de Oier y la de Leire Gardeazabal, y la de más chicas sin nombre que debieran atreverse a disfrutar con esta actividad que es todo disfrute. Y luego una sensación que nunca he podido apreciar corriendo la marcha. Cuánta gente hay. Es impresionante la marea de esquiadores que viene y viene detrás de los corredores. Jóvenes y veteranos, críos con sus padres, gestos concentrados y sonrisas abiertas. Gente disfrutando del esquí de fondo. Hay esperanza. Y entre tanta gente rostros entrañables que me reconocen y me recuerdan que lo mejor que me ha dado el esquí son las personas maravillosas que he conocido y que voy a conocer.
Vuelo entre la nieve al kilómetro ocho, un mirador excepcional para ver culebrear a toda esa marea de esquiadores entre los bucles de Orri. Incapaz de reconocer dónde está la cabeza o el cierre de la carrera. Todo es cuerpo. Y en eso aparece la locomotora de la prueba. Las cosas se estiran pero no terminan de romperse. Ahí aguanta Josu, aunque no da la sensación de ir aguantando. Muy bien. Xabi le sigue y les tiene a la vista aunque tal vez ya haya decidido que tiene que hacer su carrera. En un día así entender la carrera y entenderse con lo que uno quiere y con lo que uno puede es fundamental. Y eso es veteranía, independientemente de la edad que se tenga.
Luego Xabi Gardeazabal con su método; transmite solidez y seguridad. Algún día tendría que probar a añadir mala leche y riesgo en la ecuación. Creo que se sorprendería con el resultado. Nervio le sobra (y digo bien, le sobra) a Mikel Ibergallartu que se da cuenta de que está en donde quiere estar y lo está disfrutando. Detrás le ve pero igual ya no le toca Mikel Sarasola. Los que sabemos qué edad tiene (cadete) nos admiramos de un físico y una presencia esquiando que impresiona. ¿Lo hará él? Debiera.
Manu Elorza sigue siendo el primero entre nuestros infantiles. Tiene un esquiar fácil y fluido que se ve y una fuerza que no se ve pero se nota en las clasificaciones. Ahora mismo no se cómo quedaría entre los de su categoría pero mal seguro que no. Eso sí, viaja en la huella enfadado con el medio mundo que le rodea. Y con el otro medio no, porque no lo ve, Si eso le da fuerzas que siga así. Su sombra es Manex Garai, concentrado, todo fuerza. Ojo, que con la sombra ya se sabe. Unas veces camina detrás pero otras delante. Jokin cerraba el trío habitual de podiums. Él no lo sabe pero en cada carrera siembra un poquito más. Pronto llegará el día de la recogida. Peru ya había quitado el susto y sabía que no le faltaba mucho. Le quedan varias marchas anónimas por delante. Les quedan marchas anónimas y faltas de brillo a los más pequeños. Estamos obligados a que solo vengan aquí a disfrutar.
Mentalizados ya con lo que les espera a cada uno Rafa y Patxi han cogido ritmo y sitio para hacer un viaje muy largo.
La responsabilidad de padre me hace irme a la meta y nudo de comunicaciones de todas las distancias. Comienza un goteo de llegadas. Mikel Ibergallartu ha sido finalmente once y logra lo que considera su objetivo: el ansiado pasaporte élite para el año que viene. Lo que realmente ha conseguido es un buen puesto en una clasificación que ha ganado Bernat Galceran. Mikel Sarasola es diecisiete en la general a falta de saber cómo ha quedado entre los de su categoría. Seguro que muy bien. Manu Elorza no quiere saber nada de edades. Lo único que quiere es seguir creciendo en edad y en puesto, a él eso de ser ¡27! no le cuadra. Y es infantil. Manex , Jokin y Peru ven demasiado barullo en todo aquello.
Y en esto, los primeros en la versión de 21km tiene que esprintar para ganar. Lo hace Marcos Hernández. Pronto llega Xabi Gardeazabal que se ha colado también entre los simbólicos 15 primeros. Muy bien. El goteo de corredores en la meta es continuo. Llegan las chicas de 21km con Laia Aubert delante y Maialen López cuarta estrenándose en la distancia. Llega Patxi entero y conforme con el día y con el puesto (50).
Y ahora soy consciente de donde está la dificultad máxima de esta prueba en la versión larga: el tópico cae como un guante, en la soledad del corredor de fondo. Y es que la llegada es un hervidero de corredores de las otras distancias, salen las clasificaciones, la gente va y viene del parking a la meta y de la meta al parking. Fondistas, alpinos y turistas se mezclan en un ir y venir por el Pla de Beret. Y es que aquí y allí, sin saber a veces ni dónde están ni cuánto les queda se ve como quijotes a los corredores de 42km. Los mejores todavía ofrecen una imagen de competición pasado el ecuador de la prueba. Son apenas siete u ocho. Detrás vendrá Josu que ha perdido contacto y corre contra sí mismo, contra la falta de concentración y, seguramente, de motivación. Igual que Xabi. Las distancias se miden ya en minutos. Rafa sigue su travesía. Qué no pasará por su cabeza al paso de los minutos.
La meta se convulsiona minimamente a la llegada del grupo líder. Diego Ruiz se hace con la victoria, dicen que sin ceras, por segundos delante de Thorodd Bakken y del correoso Cazaux. Cuarto, quinto, sexto... la llegada de corredores ya no hace ni girar la cabeza a los presentes entre los avituallamientos y las clasificaciones. Llega Josu entre los aplausos de los suyos. Al final ha sido 14 y mantiene una condición de élite que no va a dejar hasta que él quiera. Quince minutos más tarde, pero apenas diez puestos detrás Xabi del Val.
De vez en cuando vislumbramos una figura conocida que va o viene. Por allí continúa la batalla contra los gigantes de Rafa. Hace tres horas que esquía. Qué lejos me parece ese primer kilómetro. Los compromisos y la salud que no me han dejado salir hoy me obligan a marcharme ya y me encantaría poder hacerlo empujando con gritos de ánimo a todos los que quedan, hasta un final que ya se merecen.
Yo hubiera estado allí si me hubiera enfundado el dorsal esta mañana. Desde el calor del coche camino de Baqueira veo las figuras de cuatro o cinco héroes solitarios deslizándose en la huella. Habrá que buscar sus nombres, puestos o referencias esta noche en la pantalla de un ordenador. Rafa terminó en 3 horas y 37 minutos. Le ganó Håkon y le ganó a Kjell. Al menos sus verdaderos adversarios tenían nombres con sabor nórdico.
El año que viene estaré de nuevo allí, en la huella. Sí, terminaré cuando la gente empieza a marcharse a casa. Pero por primera vez reclamaré para mí y para mis compañeros una diginidad que se merecen, nos merecemos, los que luchamos tan solo por hacerlo parecido a como lo hicimos el año pasado. Quijotes contra el gigante del tiempo.
Luis Ibergallartu
Ze kronika polita Luis!!! Zorionak denori! Zelako enbidia! Guk inauteria ospatu dugu asteburu honetan bertan, eski pisetatik urrun, baina elurraren bisitarekin, baina akordatu naiz Bereteko marxa eta bere oroitzapenetaz.
ResponderEliminarGracias, Luis, por tu aliento a pie de pista y por este entrañable artículo. Que te repongas pronto, ¡tenemos tarea para el sábado!
ResponderEliminar¡gracias Luis por tus ánimos en la carrera, me hiciste creer en mis posibilidades!
ResponderEliminarHan cambiado las clasificaciones, echadle un vistazo que han cambiado a mejor.
EliminarLuego, a ver que os parecce este artículo:
http://www.nevasport.com/noticias/art/35383/Exito-sin-precedentes-de-la-Marxa-Beret/
Yo desde luego pienso que una organización tan "fantástica", como ellos se hacen llamar, no puede dar las clasificaciones definitivas un miércoles, tres días después de la carrera.
Vamos que dorsales, salida, trazado... a la altura de las mejores Euroloppet
La Béret basque
ResponderEliminarDías como años. Noches como años.
Desde la ventana del hospital se divisan cordales blancos como días, llanuras negras como noches.
Alguien opta (todavía puede, bendita inconsciencia) por silla de ruedas. Pero el autor no es nórdico y por lo tanto aquí no acaba la historia sino que empieza. Gau finlandiar bat.
Tres pares de ojos que refulgen allende el foco de la frontal en una nada sin cobertura a tres horas a la redonda. Y se dirige hacia ellos empujado por algo más fuerte que el vadeo de un arroyo helado o 13 bajo cero a 80 km/h. Hay otros géneros de violencia, otros fascismos, otros terrorismos. Piñón fijo. Los esquís desaparecidos bajo medio metro de nieve polvo fría. La aventura termina ¡oh, decepción! cuando el cruce aparece marcado, macheteado, y el juego se convierte en GRcaching red&white de la vía green; que no quiere decir que no pueda tener consecuencias en esta uniforme lechada arbórea en la que todo semejan pistas heladas. Urdoz. La luna bañando los rasos. La palanca.
Los pastores de Aralar, el palomero de Leitza de la quitanieves, K&J, la pareja de Alemania, de Agurain, de Guarana, del Balcón de Pilatos, de la majada de Eulate, de Lizarraga, la familia al completo, el consideradísimo camionero gay, Iker, Juancar, Juanluis, Samu, Jon, Garbi, Pru, … los Goya, los Oscars. Diario de un lobo : desiderata : rechazada. No robarás las palabras. Rechazo conocer, rechazo mover, Arquímedes ¡toma tu palanca!
Melnitsa. Son molinos y son gigantes. Os acabarán devorando Alonsos Quijanos. Sus sotaventos son abanicos de campos de tiro. Y entre ellos yo sudo los 40 de fiebre, la tiritona, y el ahogo, en paralelas ferroviarias por esas kilométricas lomas sures paralelas a esas (auto)pistas/vías rápidas de (in)comunicación: para lelismo. El azul, el blanco y el verde en el espejo de las aguas, allá abajo. Por ser tan. Gure Ice Tooth. Los tonos cálidos antes de. Nieve perfecta; aquí y en derredor comentará el personal. I giorni grandi. Por la recompensa, por la supervivencia, por algo que merezca el esfuerzo, la incertidumbre. Cuando se resquebrajó la quimera de la seguridad, de la sostenibilidad, del bienestar. ¿No Nacho A?
La levedad de unas huellas que aparecen a un lado de la alfombra blanca y desaparecen al otro; líquenes y musgo roídos en una rama. Sin sujeto.
Eta buruan Bernardoren egun finlandiar bat Gariren ahotsean.