La metamorfosis es el cambio de forma del copo de nieve de estructura hexagonal, de puntas más o menos afiladas, hasta una estructura granular o amorfa.
Si llamamos nieve polvo a la que contiene los cristales intactos, llamamos nieve transformada a la nieve que contiene esos granos amorfos.
Sin embargo, la cosa no es tan simple. Igual que hay nieve polvo muy diferente, desde complejas estrellas de brazos muy finos hasta placas hexagonales romas o copos en forma de columnas, hay también nieves con grados de transformación muy variable. De hecho, podemos tener nieves ligeramente transformadas (llamadas de grano fino), con formas más retentivas y penetrantes que algunos copos de nieve polvo sin transformar.
La morfología del copo (o del grano) de nieve es muy importante a la hora de seleccionar la cera apropiada (junto con la Tª y la humedad), tanto de agarre (sobre todo) como de deslizamiento.
Esta serie de magníficas fotos del Centre d’Etudes de la Neige de Meteo-France (arriba) o las microfotografías electrónicas del Beltsville Agricultural Research Center (abajo), nos muestran de forma muy gráfica un proceso que normalmente nos tenemos que limitar a imaginar.
Generalmente asociamos el proceso de metamorfosis a la deformación de los cristales por fusión como consecuencia de la elevación de Tª, pero los factores mecánicos son tan importantes como el calor: aún a bajas Tª la nieve polvo sufrirá transformación, rompiéndose sus brazos, (más fácil cuanto más finos sean) bien por acción del viento, del peso de la propia nieve o, en lo que a nosotros nos afecta, de forma muy importante por acción del paso de esquiadores o de las máquinas pisapistas.
Copo de nieve polvo (sin transformación) |
Nieve de grano fino (brazos redondeados) |
Grano de nieve transformada en fusión |
COPOS DE NIEVE BAJO EL MICROSCOPIO
Rafa
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