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El pasado fin de semana tuvimos en La Contienda unas condiciones bastante particulares y aunque hubo de todo, errores y aciertos, si nos paramos a pensar, de lo que no cabe duda es de que el enceraje no fue nada convencional.
Aprovechando la fiesta de San Sebastián, algunos nos acercamos el jueves a La Contienda. La verdad es que en la actual situación de penuria que afecta a todo el Pirineo, la permanencia de la nieve en este rincón resulta casi milagrosa, un auténtico lujo. Eso sí, las condiciones el jueves eran inesquiables para un esquiador patoso como yo: nieve helada, pétrea diría yo, pocas veces habré esquiado, en más de treinta años, en una nieve tan dura y compactada y pocas veces habré echado de menos tanto unos buenos cantos. Salí de allí con la determinación absoluta de no correr el fin de semana si la cosa estaba así: aprecio bastante mi osamenta.
Las nevadas de las noches del jueves y el viernes, aunque escasas, cambiaron radicalmente el panorama. Además, la máquina fresó y soltó aquella nieve dura haciéndola practicable. Como resultado, una capa de nieve suelta suficiente sobre aquella base dura del jueves. Y frío, mucho frío. La temperatura del aire rondaba los -12ºC y la nieve dio -10ºC, con un aire seco (humedad del 47% según mediciones de Koldo). Así las cosas, la cuestión era interpretar correctamente el contenido de aquella capa de nieve suelta. Probablemente una pequeña parte era de nieve polvo, el resto nieve transformada o, más que nieve transformada, hielo picado como para hacer un daiquiri (pero a -10ºC). Una cera de tubo nos hubiese dado muchos problemas con aquella nieve polvo caída esa misma noche, así que había que usar bote. Cuando uno usa cera de bote a -10ºC, piensa automáticamente en una cera dura. Si el rango de una azul extra, por ejemplo, va de -1ºC a -7ºC para nieve nueva, su rango para nieve transformada (nieve fina) va de -3ºC a -10ºC: podríamos pensar que éste era el caso. Sin embargo, la nieve de esa capa a la que nos referimos era mucho más transformada que nieve fina, como hemos comentado, era en su mayor parte hielo picado para hacer daiquiris. Pedazos de hielo redondeados y muy poco penetrantes que necesitaban en realidad una cera mucho más blanda.
Nada más llegar a La Contienda, Josu se fue a esquiar con un par de esquís de prueba, llevando en uno VR55 y en el otro VR60, cuando volvió lo tenía claro, prefería la más fría de las dos. Después de la carrera comprobamos que más gente había usado la misma cera o la equivalente sin flúor, como nos confirmaría Peru, es decir, ceras que dan para nieve fina un rango de entre 0ºC y -3ºC, lejos de la Tª real. El otro aspecto problemático es que esquiar sobre hielo picado a -10ºC es como esquiar sobre gravilla, demasiado abrasivo. Dicen que los pantalones vaqueros que se venden ajados los lavan a la piedra. Imagino que la técnica será algo así como lo que hicimos con nuestros esquís el otro día. Conclusión: había que dar una base.
Josu y yo esquiamos con una base fina de tubo verde planchada la víspera, sobre la que dimos un par de capas de bote azul extra, a la espera de decidirnos por la cera del día sobre el terreno. Para eso preparamos los esquís de prueba que he comentado y finalmente decidimos dar VR55. Ambos tuvimos la impresión de que nos iba muy bien y, además, la cera aguantó hasta el final. Xabi llegó de Jaca directamente y con prisas, y dio la misma VR55 pero sin base, para la segunda vuelta iba sin ceras y le fue muy mal. Los chavales dieron V55 sin base, creímos que no la necesitarían para su distancia, pero nos equivocamos, el hielo picado se comió su cera en un pis-pas. Los esquís lavados a la piedra llegaron sin un gramo de cera.
Aunque el hielo picado lo prefiero en un margarita como el de la foto, no me voy a quejar, en el contexto actual las condiciones fueron excepcionales: ¡Chapeau por La Contienda!
Rafa
Rafa
Oso ona reflexioa
ResponderEliminarSobre todo hay que tener el cuenta lo que comentas, lo abrasiva que puede resultar la nieve y mucho más el hielo picado; de ahí la importancia de dar una buena base el día anterior.
Me acuerdo en una Marcha Beret, que probando ceras nos iban de lujo, eso si bajando a Montgarry, en la primera curva, primer derrape...adiós toda la cera. La subida se me hizo eterna.
Por cierto, me gustan un montón los artículos sobre encerage...cada día aprendemos más de este "arte" tan artesano por mucho que los de Iphone nos lo quieran facilitar y mecanizar.
http://esquiblog.com/2010/12/01/parafinando-y-encerando-con-el-iphone/
Interesante post que bien podría ir sirviendo como un "casos prácticos de enceraje".
ResponderEliminarMi experiencia ese día (salí tres horas más tarde y sin dorsal) ratifica lo comentado arriba. Ansioso por esquiar di un par de capas de azul de bote. No agarraba nada y no me duró nada. El esquí, eso sí, quedó limpio y lijado.
Ahora todos (yo al menos) veo muy claras las explicaciones de Rafa, pero sinceramente es un caso complicado ¿no?; ¿viola o plata a -10º? Yo, si hubiera tenido verde creo que la hubiera puesto. Sabía que tal y como estaba la pista de picada iba a durar poco (más en un perfil de pista así) y con más tiempo y mimo me habría trabajado una base, pero entre nosotros nunca hubiera apostado por ceras del rango de la viola o la plata, aun sabiendo que tan transformada como estaba pedía una cera algo más blanda. Esto me empieza a recordar a los comentarios de los analístas de bolsa. Lo entendemos todo de maravilla después de que todo ha pasado ... y hemos perdido un montón de pasta. Espero no perder (agarre) el próximo día.
Bueno, yo los análisis de los economistas no los entiendo ni a toro pasado, también es verdad que no me hacen perder dinero, los que me conocen ya saben que me lo he gastado todo antes de invertir en bolsa.
ResponderEliminarMe alegro de que os haya parecido interesante el post. A veces tengo dudas de ponerme un poco pesado con estos temas.
Saludos a ambos y gracias por vuestros comentarios.