A nosotros el 2012 nos ha pillado de vacaciones en los Alpes y hemos podido asistir a la prueba OPA de Arvieux; para situarnos: en el Queyras, en la subida del col de l’Izoard, Tour de France, etc... Nuestra intención era asistir a una prueba de nivel (copa de Europa) para comparar con lo que estamos acostumbrados a ver en el Pirineo. Además, queríamos animar a Maialen, Imanol y Ioseba, así como al resto de la selección nacional. Esto hacía que el interés por la prueba fuera más intenso.
La verdad es que han tenido suerte los de la organización con las nevadas que han caído esta semana de reyes: les dejó una nieve polvo impresionante y un paisaje que hacía las delicias de los foráneos como nosotros. El entorno del col de l’Izoard quedó impresionante.
Vamos a centrarnos primero en la organización de la carrera. La pista diseñada era bonita para el espectador (se dominaba casi todo el recorrido) y dura para el corredor. Técnicamente se trataba de un recorrido algo estrecho para una carrera de skating, pero no nos vamos a quejar de ello. Algún viraje en cuesta abajo no era precisamente apropiado para esquiadores torpes como nosotros. El desarrollo de las carreras ha sido relajado, puntual y eficiente, y con esto basta para darle un buen notable alto. Las carreras empezaron con puntualidad centroeuropea, como debe ser. De hecho el primer día nosotros llegamos con un poco de retraso y nos perdimos las carreras de los junior y senior damas.
Se trataba de un minitour de tres días: el viernes 3 Km Clásico (2.5 Km para las chicas), el sábado 10 Km Libre (5 Km las chicas) y el domingo 15 Km Clásico (10 Km las chicas). La fórmula era atractiva ya que la clasificación del viernes, con salida individual, marcaba el orden de salida del sábado, también individual, y los tiempos de los dos primeros días marcaban la salida en persecución del domingo. Es el mismo esquema de tres días que se realizará a mediados de marzo en la OPA a celebrar en Candanchú.
Como espectadores tenemos que decir que quedó todo muy vistoso, con mucho colorido, con gran cantidad (obviamente) de corredores franceses, no sólo de las selecciones nacionales sino también de los clubes, italianos, alemanes y suizos. Pero también había croatas, serbios, turcos, eslovenos y hasta ingleses y belgas. No vamos a hablar de los resultados: ya lo hacen los Rojo en su blog y tenemos la página web de la FIS con las clasificaciones.
La línea de meta estaba muy bien dispuesta con una pantalla grande que daba los tiempos de cada corredor al instante de llegada, ventajas del chip. Esto hacía que el ambiente alrededor de la línea de meta estuviera marcado por cantidad de corredores y de entrenadores comparando sus tiempos con los que hacían sus rivales. Mucha gente trabajando en las diversas tareas (recogida de dorsales, chips, etc…) pero nos quedamos con la impresión de que estaban muy bien organizados. Las clasificaciones provisionales aparecían enseguida en el tablón (prácticamente a los cinco minutos de la última entrada en meta) con el speaker explicando el tiempo para reclamaciones antes de tener las clasificaciones definitivas y oficiales.
El ambiente durante las carreras fue muy bueno: había subido un batallón de chavales entre los diez y los quince años que no paraban de animar a los atletas de la selección francesa. Con menos ímpetu también lo hacían con el resto de competidores franceses. ¡Vaya bulla que montaban! La verdad es que daba gusto ver tanta afición. Con las clasificaciones ya colgadas, las ceremonias de entrega de premios se celebraban a toda mecha con el speaker dando la palabra a los atletas en el podium. Era muy simpático.
Hay que decir que no estábamos solos: como es habitual nos juntamos con Inés, Pascual y los Rojo (supporters fijos, acérrimos y legendarios de los Rojo Brothers). Con la excusa de ver la retransmisión del biathlon en Eurosport ya nos organizamos unas cervezas, vinos y moscatel, éste para acompañar el rosco que se había traído Jose desde Tolosa (estaba imperial).
Dejamos colgadas unas fotos con algunos detalles de estos días.
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